Francia vive hoy una nueva jornada de protestas en el primer aniversario del movimiento de los Chalecos Amarillos aunque mucho menos concurrida que la de ayer, cuando fueron detenidas en esta capital 155 personas.
La tienda parisina Galerias Lafayette fue uno de los escenarios de manifestaciones este domingo, en el contexto de las más de 270 acciones convocadas por los chalecos amarillos para el fin de semana, el quincuagésimo tercero consecutivo de movilizaciones en demanda de mejoras sociales desde el 17 de noviembre del año pasado.
Según el gobierno, ayer marcharon en el país 28 mil personas, de ellas unas cuatro mil 700 en París, en medio de un fuerte despliegue policial, que incluyó el uso de bales lacrimógenas y cañones de agua.
Las protestas sabatinas dejaron daños importantes en puntos de la capital, como la Plaza Italia y el barrio des Halles, con vehículos calcinados, vidrieras rotas y otras afectaciones, causados por el llamado ‘Bloque negro’ y otros grupos violentos que participaron en las manifestaciones.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, condenó los episodios de violencia y celebró la actuación de las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, políticos de izquierda y manifestantes acusaron a la policía de reprimir protestas pacíficas con gases lacrimógenos.